La Navidad se asocia con la alegría, la ilusión, la solidaridad y el reencuentro con los seres queridos. Sin embargo, no todo el mundo vive estas fiestas con el mismo entusiasmo. Para muchas personas, la Navidad puede ser una fuente de estrés, nostalgia, soledad o tristeza.
¿Por qué ocurre esto? ¿Qué podemos hacer para afrontar unas Navidades tristes? En este artículo te contamos algunas claves para entender y superar estos momentos complicados.
¿Cómo se sienten las personas en Navidad?
Aunque nunca te lo hayan dicho, no estás obligado a sentir felicidad en Navidad. De hecho, las personas en Navidad pueden sentir diversas emociones y ninguna de ellas ser felicidad. Esta época del año despierta emociones diversas y a veces opuestas. Algunas de las más frecuentes son:
- Ansiedad y estrés. La Navidad implica muchos encuentros con familiares y amigos, que requieren planificación y organización, además de ajustar nuestra agenda. Por otra parte, las vacaciones de los niños también suponen un reto, tanto como las compras de comida y de regalos. El cierre del año y los asuntos pendientes del trabajo son un plus añadido a esta presión.
- Impotencia a la hora de poner límites. La Navidad se asocia con la felicidad y la armonía, y eso hace difícil entender que alguien no quiera celebrarla o que prefiera estar solo, por lo que resulta difícil rechazar invitaciones.
- Culpa. Cuando conseguimos poner límites, podemos sentirnos culpables. Pueden surgir los “debería” autoimpuestos. Un claro ejemplo podría ser el pensamiento de “es Navidad, y deberíamos estar todos unidos”.
- Nostalgia y tristeza. En estas fechas tan especiales, las ausencias se notan más y celebrar se hace difícil cuando extrañamos a esas personas que ya no están con nosotros.
- Ilusión, alegría y esperanza. No todo es negativo. Para algunas personas también son frecuentes la alegría y la esperanza. Es un momento en el que nos planteamos nuevos objetivos para el futuro que nos motivan y nos llenan de ilusión.
¿Por qué la Navidad me pone triste?
Si te sientes triste en Navidad, no te juzgues por ello. Como lees, la Navidad no es solo lo que nos muestran: las imágenes idílicas, la familia unida, la alegría, los regalos… Existen otras realidades, otras formas de experimentar la Navidad que, tal vez, consideramos que no tienen cabida en esta época del año.
La felicidad prefabricada que se nos impone, el consumismo desenfrenado, el tener que soportar ciertas críticas o reproches, etc., puede generarnos tristeza y malestar y hacernos pasar unas Navidades tristes.
¿Y si no me gusta la navidad? Cuando éramos pequeños, teníamos una percepción distinta de la Navidad. Era una época de alegría y de reencuentro con la familia: los abuelos vivos, los tíos, los primos unidos…
Pero todo esto tiene mucho que ver con los valores. ¿Qué representa para ti la familia? Ponemos muchas expectativas y esperanza en que la Navidad lo arreglará todo… Ese sueño de niños se mantiene en la adultez. Y confiamos en que en estas fechas se resuelva ese conflicto con algún familiar. Aspiramos a que todo sea perfecto y eso puede causarnos muchas decepciones.
Pero la realidad es otra bien distinta. La Navidad no hace desaparecer los problemas que tenemos en nuestro día a día, sino que a veces los agrava o los hace más evidentes. Como, por ejemplo, las dificultades económicas o los problemas de salud.
La Navidad nos agobia porque, para muchos, es una exigencia. Te sientes obligado a hacer regalos, a llevarte bien con todos y esta “farsa” realmente puede causar mucha tristeza, vacío e incluso depresión en Navidad.
Pero hay más. Unas navidades tristes también pueden darse porque esta época del año despierte en nosotros recuerdos de momentos difíciles o traumáticos vividos en el pasado, como la pérdida de un ser querido, una ruptura sentimental, una enfermedad, etc. Otras veces ocurre que la Navidad coincide con etapas de cambio o transición en nuestra vida, como un cambio de trabajo, de ciudad, de pareja, etc. Estos cambios pueden generar tristeza, estrés, ansiedad o inseguridad, y pueden afectar a las relaciones sociales.
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RESERVAR CITACómo enfrentarte a unas Navidades tristes
Como ya hemos comentado anteriormente, la forma de vivir la Navidad depende de la situación personal de cada uno de nosotros. Sufrir por personas queridas o familiares enfermos, residir en el extranjero y sentirse solo, tener problemas económicos, estar en duelo…
En estos casos existe un contraste entre la tristeza interna y los estímulos externos, que nos “obligan” a sentir esa felicidad que se respira en estas fechas. Esta combinación de nostalgia y estrés al tener que cumplir con muchas responsabilidades puede generar unas Navidades tristes.
Pero se puede sobrevivir a estas fechas con algunos tips psicológicos para disfrutar de la Navidad. Aun así, recuerda que no hay recetas ni fórmulas fijas: el objetivo es aceptar los propios sentimientos y hacer lo que consideres oportuno para no pasarlo mal.
- Redirige tus pensamientos. Sentirse solo no implica que no tengas a nadie. A menudo esa emoción surge de una espiral de pensamientos negativos. Dedicar un momento a valorar lo positivo que tenemos a nuestro alrededor nos ayuda a salir de esa espiral.
- Evita compararte. No trates de idealizar la Navidad de los demás o la que viviste en el pasado. Cada persona y cada familia tiene su propia forma de celebrar estas fiestas, y no hay una mejor que otra. No te dejes influir por la publicidad, las redes sociales o las opiniones ajenas. Vive la Navidad a tu manera, sin presiones ni exigencias.
- No te sobrecargues. Prioriza lo que realmente te importa y te hace feliz. No tienes que cumplir con todas las tradiciones, los compromisos o los regalos. Aprende a decir no a lo que no te apetece o no te conviene. Respeta tus ritmos, tus necesidades y tus límites. No te olvides de cuidarte y de mimarte.
- Aprovecha el tiempo. Haz actividades que te gusten, como leer, ver una película, escuchar música, hacer deporte, etc. También puedes probar cosas nuevas, como visitar un lugar, aprender una habilidad, hacer una manualidad, etc. Lo importante es que disfrutes del momento y te sientas bien contigo mismo/a.
- Disfruta de los ‘rituales’. El hecho de no tener a nadie disponible para hacer las cosas típicas de la Navidad no es excusa para no llevarlas a cabo. Puedes disfrutar de una buena comida o cena o ir a ver las luces de tu ciudad. Recuérdate a ti mismo que puedes decidir lo que la Navidad significa para ti y cómo quieres pasarla.
- Busca el apoyo de las personas que te quieren y te hacen sentir bien. No tienes que estar solo/a en estas fechas, puedes compartir con amigos, vecinos, compañeros de trabajo, voluntarios, etc. También puedes recurrir a las nuevas tecnologías para comunicarte con tus seres queridos si están lejos.
Quizá estos consejos no sean suficientes para aliviar por completo las Navidades tristes, pero en Hernández Psicólogos Málaga podemos ayudarte. Somos un equipo multidisciplinar de psicólogos en Málaga que estudiaremos en profundidad la situación que atraviesas e implementaremos la terapia más indicada para ti. Te ayudaremos a comprender y superar lo que estás experimentando.
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RESERVAR CITAAlejandra Hernández -psicóloga sanitaria, sexóloga, terapeuta EMDR, terapeuta Sensoriomotriz y terapia de sandplay – dirige los centros Hernández Psicólogos de Marbella, Fuengirola y Málaga donde ha seleccionado a excelentes psicólogos en Málaga para obtener el mejor equipo para la atención a personas en el área del bienestar y la salud mental.