¿Y si no me gusta la navidad?

Comienza la cuenta atrás para las celebraciones navideñas. Luces, decoraciones, figuritas… Pero a ti lo que te apetece es encerrarte en casa hasta el 7 de enero. Todo el mundo planea dónde, cómo y con quién pasar las vacaciones. Pero, ¿y si no me gusta la Navidad? No te preocupes, hay muchas otras personas como tú.

Lo que debería ser un periodo de alegría y descanso es, para muchos, un momento de tristeza y soledad. Una estampa que contrasta con los anuncios de caras sonrientes, familias felices y reuniones de amigos.

A continuación, desde Hernández Psicólogos resolvemos tus dudas y te damos algunas claves si no te gusta la Navidad o si no estás pasando por un buen momento en esta época navideña.

¿Y si no me gusta la navidad?

Si no te gusta la Navidad, no te sientas mal por ello. Aunque para muchos la Navidad es la época más feliz del año, todos conocemos el otro lado de estas fiestas: la tristeza navideña. Los villancicos, las decoraciones, las reuniones y los regalos navideños a veces pueden verse empañados por una sensación de nostalgia e insatisfacción, lo que lleva a algunas personas a evitar estas fiestas o a lanzar el típico «no me gusta la Navidad” u “odio la Navidad».

La Navidad suele ser una época mágica del año en nuestra infancia, momentos de ilusión y alegría que quedan grabados a fuego en nuestra memoria adulta como algo dejado atrás que nunca viviremos con tanta emoción. 

El paso a la edad adulta puede haber traído cambios, pérdidas familiares o problemas que nos pueden llevar inevitablemente a comparar aquellas navidades del pasado con las del presente. Para algunas personas esto genera frustración y con pocas ganas de fiesta, que ya no encuentran la misma razón de ser que antes debido a las altas expectativas.

Ser diferente, a menudo, conduce a desacuerdos o malentendidos. Pero si no quieres que otros te juzguen, trata de no juzgar a los demás. Ten en cuenta que muchos, aun sin ser fanáticos de las celebraciones, las siguen por tradición.

¿Por qué a la gente le gusta la Navidad?

La Navidad es una época llena de emociones, reencuentros y celebraciones. El ambiente, las reuniones familiares y amigos que hace tiempo que no ves… Las luces, los escaparates de las tiendas engalanados y el movimiento que se respira estos días por las calles de cualquier rincón del mundo. 

Ilusión, cariño, solidaridad, tradición, inocencia, regalos… Días llenos de planes, de cosas por hacer y de sitios a los que ir. Reímos, lloramos y compartimos más de la cuenta. También es momento de hacer “borrón y cuenta nueva”, de marcarse unos objetivos, y como un libro en blanco, ir rellenando con nuevas vivencias, equivocaciones, éxitos, momentos inolvidables y alguna que otra lección.

¿Por qué no me gusta la Navidad?

Pueden ser varios los motivos por lo que una persona puede expresar eso de ‘no me gusta la Navidad’. Uno de ellos es que se considera que a todo el mundo le tiene que gustar la Navidad. Sin embargo, no hay nada que le guste a todo el mundo, excepto los días de vacaciones y la pizza, ¿no? ¿Tampoco eso? ¿Ves? Es imposible que a todos nos guste lo mismo. Sin embargo, al final partimos de la premisa de que tenemos que estar contentos y felices en Navidad y nos autoconvencemos de que está “guay”.

Otro de los motivos por los que puedes pensar eso de no me gusta la Navidad puede ser el clima. El invierno, con menos horas de luz al día, días muy lluviosos, fríos y grises, hace todo más pesado y es normal que no te apetezca salir a la calle.

Las reuniones y los reencuentros familiares es otro de los motivos por los que puede no gustar la Navidad. Lo que a priori debería ser algo placentero puede convertirse en días de mucho roce, de algunas disputas, de fingir buenas caras y de abrazos, a veces, no sentidos.

Otra cosa por la que puedes sentir lo de ‘no me gusta la Navidad’ es porque no te sientes cómodo al tener que socializar. Calles llenas de gente, comercios con colas… Gente, gente y más gente por todos lados. 

Por último, la época navideña también puede verse asociada a la emoción de nostalgia. Si falta alguien se nota mucho más. Nos acordamos de los seres queridos que no están, por las circunstancias que sea, y es normal sentirse mal.

Estas son solo algunos motivos por los que puede no gustarte la Navidad, pero en realidad hay muchos más, ya que depende de las circunstancias de cada persona. El consumismo, el estrés y la ansiedad, estar pasando por un mal momento, pasar esta época solo/a, tener a algún familiar en el hospital o enfermo son algunos de estos ejemplos.

¿Qué hago si no me gusta la Navidad?

Más allá de sentirte un extraño por no querer celebrar la Navidad, afronta la situación de frente, déjalo estar y, si te sirve, puedes emplear algunos de los siguientes consejos

1. Vive la Navidad como una fecha cualquiera

Algunas personas optan por quedarse en casa y cenar, ver la televisión o leer un libro como cualquier otro día. Pero para poder hacerlo es necesario que vivas solo o aceptar que tus familiares lo celebren en otro lugar. Si no eres el único de tu círculo íntimo al que no le gustan las fiestas, puedes aprovechar para cenar juntos como si de una comida normal se tratase. 

2. Viaja en vacaciones

Quizás la mejor manera de pasar la Navidad es no estar en casa en esas fechas. Puedes viajar a un país que no celebre la Navidad (Marruecos, Turquía, Vietnam, Tailandia, Dubai…). Quizás estar lejos de tu familia sea un «peso» menos para ti y puedas aprovechar para pasar esa noche en el hotel como si fuera un día más.

3. No participes en la planificación

Si no te gusta la Navidad, no te involucres en la planificación de la cena o los regalos. Deja que otros se encarguen de ello. Simplemente, acude al sitio seleccionado y disfruta de la comida. Puedes poner la condición de no participar en la planificación y asistir con tu mejor cara ese día.

4. Trata de no entrar en conflictos

Hay ocasiones en las que inevitablemente tenemos que encontrarnos con familiares o amigos con los que no nos llevamos bien. En este caso, es normal que surjan conflictos y disputas que contribuyan a esa desgana por vivir estas fiestas.

Una buena forma de no dejar que estos conflictos te afecten es posponerlos o aplazarlos. “Preferiría que hablemos de eso en otro momento”, además de retirarte para ofrecer ayuda en la cocina o hablar con un amigo por teléfono, puede ser una muy buena solución.

La Navidad puede ser estresante, pero también puede ser una época emocionante, especialmente para los más pequeños. Todos podemos aprender a disfrutar más, o al menos dejar de lado los sentimientos negativos, practicando otro tipo de hábitos como los descritos anteriormente, para que esta Navidad se convierta en un recuerdo precioso en tu vida futura.

No existen recetas ni fórmulas fijas: el objetivo es aceptar los propios sentimientos y hacer lo necesario para no pasarlo mal.

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