Qué es un logopeda y cuando acudir

¿Sabes que es un logopeda? A pesar de que en la actualidad la figura del logopeda es relativamente conocida, aún existe una parte de la población que desconoce que es un logopeda y qué funciones lleva a cabo.

A continuación, desde el equipo de Logopedas Málaga y Logopedas Marbella, te contamos todo sobre la logopedia, señales de alarma y cuándo acudir. 

¿Qué es un logopeda?

El logopeda es el profesional encargado de evaluar, diagnosticar y rehabilitar las áreas que implican comunicación, lenguaje (oral y escrito), voz y audición, así como otras funciones orales no verbales, como la respiración, deglución, succión o masticación.

El logopeda cumple un rol decisivo en la salud de toda persona dado su objeto de estudio y trabajo, el lenguaje, una función que nos caracteriza como humanos y resulta imprescindible en nuestra vida diaria. 

Pero también hace posible que la persona pueda tragar, beber o respirar de forma segura, producir sonidos o comprender el lenguaje escrito, entre otras muchas cosas.

¿Qué puede tratar un logopeda?

Las funciones de un logopeda son muy diferentes dependiendo de cada paciente. Pueden ir desde ayudar a un niño a pronunciar la letra r hasta enseñar a un profesor a respirar para prevenir daños en sus cuerdas vocales.

Siguiendo la ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias L.O.P.S. (Ley 44/2003, de 21 de noviembre), “los diplomados universitarios en Logopedia desarrollan las actividades de prevención, evaluación y recuperación de los trastornos de la audición, la fonación y del lenguaje, mediante técnicas terapéuticas propias de su disciplina.”

Por lo general, los trastornos que puede tratar un logopeda pueden agruparse en diferentes áreas:

• Lenguaje: fonética, fonología, morfosintaxis, semántica, la pragmática, trastorno específico del lenguaje, deficiencias, autismo, trastornos del aprendizaje de la lectura y la escritura, dislexias, digrafías, discalculias, trastornos del lenguaje secundarios a lesión cerebral como las afasias, etc.
• Habla: producción de sonido, articulación, apraxia del habla, disartria, trastornos de la fluidez del habla, comunicación prelingüística, comunicación paralingüística, etc.
• Voz: fonación, campo vocal, volumen, respiración, disfonías, afonías, etc.
• Audición: dificultades de lenguaje, habla y voz a casusa de pérdidas auditivas de transmisión, hipoacusias, presbiacusia, síndromes diversos, etc.
• Cognición: deterioro de la comunicación por envejecimiento, trastornos neurodegenerativos infecciosos, demencias, Parkinson, etc.
• Alimentación y otras funciones no verbales: masticación, deglución, succión, labio leporino y paladar hendido, etc.

En definitiva, el logopeda puede tratar más de 20 patologías diferentes relacionadas con los procesos de la comunicación humana, el lenguaje, el habla, la voz, la audición y otras funciones orales como la respiración, masticación, succión y deglución.

Aunque se tiende a pensar que el logopeda ejerce su trabajo únicamente en edad infantil, realmente interviene en todas las etapas de la vida, incluida la adultez y la vejez. Un ejemplo de ello lo encontramos en la película con título “El Discurso del Rey” (2010), en la que un especialista ayuda al rey Jorge VI a mejorar la disfemia, comúnmente conocida como tartamudez.

El principal objetivo de la logopedia no es otro que mejorar la salud y la calidad de vida de las personas en cuanto a lenguaje y comunicación se refiere

¿Cuándo se debe acudir a un logopeda? Señales de alarma

Es bastante común que, como padres, restemos importancia a las pequeñas señales de alarma de nuestros hijos. Sin embargo, es muy aconsejable acudir a un logopeda cuando se observe que el lenguaje y la comunicación de los pequeños no son normativos para su edad cronológica.

Para identificar un posible problema de comunicación, te explicamos los hitos normativos y signos de alarma desde el nacimiento hasta los 6 años:

0-6 meses: 

Lo normal en estos primeros meses de vida es que el bebé llore para demandar atención, se relaje con la voz de la madre, sienta interés por los rostros y la sonrisa social y emita los primeros balbuceos. Por tanto, las señales de alarma en estos meses serían la falta de llanto, sonrisa social o balbuceo.

6-12 meses: 

En esta etapa el bebé comienza a anticiparse a los juegos y repite palabras como “ma-ma” y “pa-pa”. Por lo tanto, si el bebé no se involucra en juegos infantiles ni muestra intención de respuesta a las pequeñas interacciones con los padres, es aconsejable acudir a un logopeda.

12-18 meses:

A partir del primer año de vida, los bebés suelen emitir algunas palabras con una finalidad determinada y no por mera repetición, como «agua». Como señales de alarma consideraríamos no emitir palabras, olvidar algunas habilidades orales que había aprendido y no tener intención de señalar. 

18-24 meses:

Este es el período más importante en el desarrollo del lenguaje. Por lo general, comenzamos a manejar en torno a unas 25 palabras, a seguir órdenes simples y reconocer nuestro nombre. Por ello, será señal de alarma que el niño no emita palabras, no comprenda órdenes sencillas o no reconozca partes de su propio cuerpo. 

2-3 años: 

En esta etapa ya somos capaces de formar frases con tres palabras y de comprender órdenes verbales más complejas. Por lo tanto, que el niño no comprenda instrucciones verbales y tenga dificultad para construir frases podrían ser signos de alarma.

3-4 años: 

En esta edad predomina un mayor vocabulario y destaca la capacidad para formular frases extensas, hacer preguntas que inician con “¿por qué?” y comprender el lenguaje. Como consecuencia, nos plantearemos acudir a un logopeda si nuestro hijo no entiende órdenes, no utiliza frases con varias palabras o tiene un lenguaje ininteligible. 

4-5 años: 

En este periodo los niños muestran necesidad de expresarse, relatan sus propias vivencias, forman frases con mayor complejidad y emiten un lenguaje elaborado. Por ello, se consideran signos de alarma que el niño no comprenda al adulto, sea incapaz de contar sus experiencias y no emplee frases más o menos complejas.

5-6 años: 

Un niño sin problemas de desarrollo de lenguaje en esta etapa ya emplea oraciones más difíciles y relata sus experiencias con claridad y vocalización adecuadas. Por lo tanto, tenemos que acudir a un profesional si detectamos que el niño no comprende lo que se habla con él ni tampoco usa frases complejas para elaborar su discurso.

¿Qué niños necesitan logopeda? 

Las señales de alarma anteriores, relacionadas con el retraso en la adquisición del lenguaje, podrían indicarnos qué niños necesitan logopeda. Sin embargo, existen otros casos y situaciones que también indican necesidad de acudir a un profesional, como los siguientes: 

• No gesticulación.
• No socialización.
• Afasias (problemas para producir y comprender el lenguaje).
• Problemas de deglución
• Problemas de sordera.
• Trastornos del neurodesarrollo como autismo.
• Enfermedades neurológicas y parálisis cerebral.
• Hendidura del paladar, labio leporino, fisura palatina

La adquisición del lenguaje es un proceso evolutivo por lo que, si se produce un retraso y no se interviene, el resto de los procesos probablemente se vean también alterados. De ahí la importancia de acudir a un logopeda en el momento adecuado si detectas que tu niño necesita ayuda profesional.

Logopeda en Málaga y Marbella

Recientemente, hemos incorporado a nuestros centros de los servicios de logopedia en Málaga y Marbella. Una ventaja que forma parte de nuestra filosofía es que el logopeda desarrolla su trabajo dentro de un equipo multidisciplinar junto a psicólogos, psiquiatras y neuropsicólogos, que ayudan a abordar cada problemática de manera conjunta.

Nuestro equipo de profesionales trata, entre otros, problemas de agramatismo, alexia, disartria, disfasia, disfemia, disfonía, disgrafía, dislalia, dislexia, dismimia, disortografía, disprosodia, glosolalia, hiperlexia, hipermimia y trastornos del lenguaje.

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Ofrecemos la ayuda profesional de logopedas en Málaga y Marbella, colegiados y altamente formados para la prevención, diagnóstico y tratamiento de trastornos de la comunicación.

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